Por: Christian Alexis López

El amor es una red compleja de emociones, sentimientos y dinámicas que no siempre podemos entender. Para algunos es sencillo; para otros, incomprendido. Pero algo en lo que sin duda todos podemos estar de acuerdo es que el amor real, el amor “del bueno”, es uno de los mejores sentimientos del mundo.

Psicólogos y estudiosos del tema aseguran que el amor es un proceso de varias etapas, y cada una tiene su inicio y su final. Y para que una relación pueda continuar, será necesario pasar a la siguiente etapa, sorteando los desafíos que presenta cada una de ellas. En Va de Amores te hablaremos de la distribución más aceptada y estudiada del tema: Las 5 Etapas del Amor.

1- Enamoramiento

Cuando conoces a una nueva persona y sientes que tienen “química”, debes saber que has iniciado la primera etapa en el camino del amor. Esta etapa es, sin duda, la más emocionante y pasional. Esa persona te atrae, te desvela y solo puedes pensar en ella todo el día. Es cuando las llamadas duran horas y los mensajes no cesan. Aún no conoces del todo a la persona ni sientes cariño hacia ella, es solo una atracción primitiva e intensa; una completa y total hambre de conocer, de estar y de “tener” al otro.

Si en esta primera etapa, la atracción que sientes por esa persona no llega a más; si no te gusta quién es y pierdes el interés en conocer su historia más a fondo, la relación no llegará más lejos. Quizá te suene familiar y lo conozcas como un romance fugaz o una aventura. Y aunque para alguna de las dos partes pueda ser difícil terminar una relación tan intensa, es lo mejor. Si no se entienden desde el principio y si no se gustan como personas y como seres humanos, esa relación está destinada al fracaso.

Si por el contrario, la atracción comienza a ir más allá de lo físico; si quieres descubrir a fondo quién es él o ella como persona y ser humano, es cuando te comienzas a adentrar en la segunda etapa.

2- Acercamiento

Esta etapa es mucho más bonita y romántica que la anterior. Comienzas a tener sentimientos muy fuertes por esa persona y la ves como a alguien perfecto. Todo de ella te encanta y es aquí donde puedes caer en el error de creer que es el amor verdadero; el amor de tu vida.

Es fundamental entender que en esta etapa, realmente aún no conoces a la persona. Nuestro cerebro (y corazón) nos juega una mala pasada, pues vemos de manera sesgada a la persona en su totalidad. En otras palabras, en esta etapa solo somos capaces de ver lo bonito, lo que nos gusta, las cosas buenas y lo positivo de la persona. Es este acercamiento afectivo el que lleva a las personas a cometer uno de los más graves errores en el futuro de una relación tan temprana: casarse. Al confundir estos sentimientos tan fuertes con amor verdadero, hay personas que se apresuran a querer afianzar la relación y a querer pasar el resto de su vida con el hombre o la mujer “perfecta”. Dar un paso apresurado en este punto es lo que puede llevar a un divorcio o a una separación más difícil o dolorosa en el futuro ya que, después de esta maravillosa etapa donde todo es color de rosa, viene la tercera etapa.

3- Decepción

La decepción en una relación es una etapa inevitable —a menos, claro, que no haya trascendido del enamoramiento—. La razón es sencilla: nadie es perfecto. Por más que busques, por más personas que conozcas, por más exigente o flexible creas ser en cuanto a los requisitos que deseas que tenga tu pareja, jamás vas a encontrar a alguien perfecto. Y es que la perfección no existe, y menos en las personas.

Con el tiempo, el furor que te provoca esa persona se irá diluyendo, y saldrán a la luz sus “defectos”. Las reacciones químicas y los sentimientos que te hacían ver a esa persona como si fuera perfecta, dejan de ser efectivos a la hora de ocultar las cosas que no te gustan y que hasta ahora habías pasado por alto.

Muchos no soportan darse cuenta de los defectos del otro, y tratan de culparlo, justificando que “ha cambiado”, que “antes no era así”. Y el problema aquí radica en que esos defectos ya estaban ahí, pero las primeras etapas del amor no te permitieron verlos.

Esta etapa es en la que la mayoría de las relaciones fracasan, pues hay quienes no soportan esa decepción, y dejan que las dudas, las inseguridades y esa imagen destruida e imperfecta de a quien alguna vez idealizaron, termine por destruir la relación.

Si la pareja es capaz de sobreponerse a ese cambio en la manera en que perciben su realidad, entraran a la cuarta etapa del amor.

4- Amor real

Una vez superada la crisis, la pareja encontrará un amor real, sólido y duradero, pues será un amor basado en el mutuo entendimiento y en la aceptación. Para esto, es necesario que ambas partes de la pareja entiendan que el otro no es perfecto y que el amor que tienen juntos es una planta que hay que regar y cuidar para que crezca y llegue a florecer.

Una vez llegado a este punto, será más difícil que la pareja se separe, pues si bien llegar hasta aquí no significa que no volverán a tener problemas, el entendimiento y la conexión que ambos tienen permitirán que la solución de los mismos llegue de manera oportuna haciendo uso de la buena comunicación y la confianza que a estas alturas debe existir en ellos.

Un amor real, cuidado y alimentado con esa comunicación y comprensión, dará como fruto la quita etapa del amor.

5- Trascendencia.

La última etapa del amor es el fruto de todo lo que han trabajado. De pronto, te das cuenta de que ya no se trata de dos personas que están juntas y que se aman, sino de una pareja. El amor ha crecido hasta el punto en que te comienzas a percibir como un todo. Ya no eres tú, son ustedes.

Esta etapa es la ideal para hacer una familia, si así lo quieren, y para hacer crecer su patrimonio. La dinámica en pareja, aunque bien pueda caer en la rutina, está enfocada a un propósito en común. Las metas y los sueños de cada uno a estas alturas se acoplan perfectamente y ambos se apoyan para crecer y ser mejores.

Llegar hasta aquí es sin duda motivo de orgullo. No obstante, debemos recordar que el amor debe ser constantemente cuidado y alimentado, pues es un ser viviente que necesita nutrirse del esfuerzo y el cariño de ambas partes. La comunicación y el trabajo en pareja nunca terminan, y para que el fruto del amor se siga dando, estos cuidados jamás deben cesar.

Cada una de las etapas tiene su desafío, pero si se ama de verdad, no habrá obstáculo que les impida trascender.